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El comercio electrónico sigue creciendo mes a mes a pasos agigantados. Cada vez son más los consumidores que pierden el miedo a facilitar datos sensibles por internet y se suman a la compra en tiendas online. Aunque el e-Commerce no sea algo exclusivamente novedoso, puesto que nos acompaña ya desde hace años, es ahora cuando su proliferación y crecimiento está alcanzado cotas nunca imaginadas. Y no sólo eso, sino que además, el aumento de las compras realizadas por internet está marcando nuevos hábitos de consumo que se traducen en retos y oportunidades. Veamos algunos de ellos.
Los consumidores tienen el control total
En internet, los clientes ya no compran de forma impulsiva. Lo investigan todo antes de tomar la decisión de compra: opiniones del producto, feedback la experiencia de compra en una o varias tiendas online, los medios de pago disponibles y obviamente, el precio son algunas de las consideraciones que se tienen antes de realizar una transacción en línea. Foros y sites de opinión pueden convertirse en el mejor aliado o en el peor enemigo de un negocio que vende por internet, por lo que la gestión de la reputación en internet es una asignatura obligatoria para todos aquellos que quieran vender por la red, sin excepciones. Claro que todo empieza en conseguir consumidores satisfechos desde el principio.
Redes sociales: importante canal para vender
Las redes sociales no son una novedad, y su uso para promocionar una marca o un producto ya son prácticas habituales entre gran variedad de empresas. Pero el llamado social commerce funciona de una manera distinta, ya que se pueden convertir en una de las primeras líneas de venta, en caso de utilizarlas de forma adecuada. Muchas empresas tiene enfocada su estrategia de redes sociales en hacer el mayor número de fans posible para llevar sus mensajes comerciales a cuanta más gente mejor. Sin embargo la venta por redes sociales va más allá que acumular seguidores. Se trata de llegar al público objetivo de forma directa y con una oferta personalizada y adaptada a cada uno. En el mundo 2.0 no hay dos clientes iguales, y un cliente que acepta comprar lo que le ofreces exclusivamente a él vale más que 1.000 fans que te lean por encima.
La tecnología: en constante evolución
Es obvio que el desarrollo del comercio electrónico está directamente ligado a las tendencias tecnológicas, por lo que es una necesidad adaptarse a ellas para sobrevivir en un entorno que cambia tan rápido. El incremento de uso de tabletas y smartphones para consultar opiniones de productos y precios en cualquier momento y lugar acaban traduciéndose en ventas presentes y futuras: el 56% de los propietarios de teléfonos inteligentes utilizan sus dispositivos móviles para comprobar el precio de un artículo en línea, en tanto que un 48% mira las opiniones generadas por otros consumidores. 49% ha descargado una aplicación comercial para utilizar mientras realiza compras en una tienda. El m-Commerce es otro mundo con un potencial de crecimiento enorme, y que comentaremos con más detalle en un futuro post.
Las ofertas y los cupones: el pan de cada día
En época de vacas flacas se busca el precio más bajo posible, ya sea en un vuelo, en una estancia en un hotel o en un móvil. En internet la oferta disponible es prácticamente infinita, lo que incrementa exponencialmente las posibilidades de encontrar un mejor precio que a través de otros canales. Sites dedicados a las llamadasofertas del día como son Groupon, Groupalia o Let’s Bonnus son testigos de esta tendencia y se enfocan exclusivamente a ello creando así una cultura importante en torno a la búsqueda del precio más bajo y del descuento más alto en internet.
La internacionalización: el salto más necesario
Los mercados domésticos se hacen pequeños muy rápido. Mientras que las empresas de comercio electrónico siguen vendiendo principalmente en sus propios mercados, otras van más allá y se lanzan a la conquista del mundo. De forma creciente, la internacionalización se presenta como una alternativa para que las empresas españolas puedan hacer frente a la crisis accediendo a mercados que les ofrecen nuevas oportunidades de negocio. Después de que las grandes corporaciones abrieran camino, ahora llega el turno de las Pymes, que en los últimos años han emprendido una interesante actividad fuera de nuestras fronteras para seguir creciendo y expandiéndose, contribuyendo a las exportaciones de productos nacionales.